El director de Institutos Penales, Guillermo Snaider, y otros tres funcionarios del Servicio Penitenciario de la provincia fueron citados a declarar como imputados por el crimen de Fernando Sebastián Mendoza, el recluso que había denunciado a los guardiacárceles de haberlo obligado a vender drogas en el penal.
La fiscala Adriana Giannoni confirmó esta versión después de haber participado de una inspección ocular en la cárcel de Villa Urquiza. Allí recogió elementos para tratar de establecer cómo se produjo el homicidio. Además de Snaider, deberán responder preguntas el jefe de la Unidad 1 y 2, al responsable del cuidado de los reclusos que están en alojados en las comisarías por la crisis carcelaria y al jefe de los penitenciarios que llevaron al fallecido a la cárcel sin ningún tipo de autorización.
Medina, de 31 años, fue atacado por Alejandro “Pichi” Mendoza el miércoles 22 de noviembre en el patio de recreo del Anexo 1 de la cárcel. La víctima y un compañero (su nombre se mantiene en reserva), luego de haber denunciado la venta de marihuana, cocaína y psicofármacos en la cárcel, fueron trasladados a la seccional 7ª por cuestiones de seguridad.
El domingo 19, sin que se conocieran fehacientemente los motivos y sin ninguna orden judicial, los denunciantes fueron trasladados a Villa Urquiza y en el traslado habrían recibido una feroz golpiza. La víctima, ni bien pudo, habló con sus familiares para denunciar lo que estaba pasando y que estaba seguro que lo matarían. Sus sospechas se confirmaron dos días después.
Giannoni investiga si Medina fue desprotegido por los guardiacárceles para que fuera asesina. Esos datos fueron aportados por los policías de la seccional que aseguraron que ese día Medina no participó en ningún incidente; una funcionaria judicial desmintió que haya dado la orden para que lo trasladen y varios compañeros de encierro confirmaron que antes de que llegara a la prisión fue sometido a una dura golpiza.
Ayer, durante la inspección ocular, la fiscala confirmó a través del testimonio de varios presos que “Pichi” Mendoza, horas antes de haber herido mortalmente a Medina, hirió a otro interno del Anexo 5 y que luego lo dejaron en el patio del Anexo I y no fue alojado en la celda de castigo, como normalmente ocurre con los presos que tienen problemas de conducta. También coincidieron en señalar que la víctima fue atacada por el homicida ni bien salió al patio.
Antes de retirarse del penal, Giannoni pidió a las autoridades del penal que cambiaran los guardiacárceles que estaban en ese momento para proteger a los reclusos que aportaron más datos en esta causa.
Claudio Maley, ministro de Seguridad, estuvo al lado de la fiscala cuando realizó la medida. “Desde el Ministerio vamos a acompañar la investigación y aportar todo lo que se requiera a fin de que se esclarezca esta situación. Ella continúa con las tareas por lo que no podemos brindar más detalles. Respetamos lo que se viene haciendo”, explicó.
Luego, cuando se informó sobre la situación de los funcionarios, fuentes del área de Seguridad confirmaron que todavía no pensaron en tomar ninguna medida contra los implicados y se esperará que declaren ante la Justicia antes de tomar algún tipo de medida.